Enerc - Creación Carrera Dirección de Arte
A principios del 2012 se inauguró en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, ENERC, del INCAA, la Carrera de Dirección de Arte. A tres años de ese momento y con la primera promoción a pocos meses de egresar Margarita Jusid , Directora de la carrera, nos cuenta cómo se gestó y cómo crece este proyecto que determina un cambio fundamental en la profesionalización de nuestra tarea.
RP: ¿Cómo nació la idea de la carrera y cómo se gestó institucionalmente?
MJ: En realidad, la inquietud se generó por la cantidad de gente que llamaba por teléfono y mandaba mails consultando dónde se podía estudiar Dirección de Arte o Escenografía para cine, y un poco también por las cosas que a uno le hubiera gustado aprender y no aprendió, porque yo estudié arquitectura y escenografía para teatro, que era lo que correspondía a mi generación.
Una vez, hablando con Liliana Mazure, antes de que ella fuera directora del Instituto (INCAA), le conté un poco la idea. Entonces, ella se vinculó con Silvia Barales, que era la Directora de la escuela, y un día vinimos a verla juntas y a contarle esta idea de armar una carrera, la séptima carrera. En ese momento, a Silvia le pareció una buena idea, pero propuso empezar con algunos seminarios cuatrimestrales para la gente de dirección y producción, para que se vayan acercando al tema de la Dirección de Arte. Después, Liliana Mazure, que ya era directora del Instituto, y Pablo Rovito, Director de la escuela elegido por concurso, fueron los impulsores vitales para este proyecto. Fueron 5 años de buscar programas, investigar qué escuelas había, conectarse con gente de arquitectura que daba morfología, historia del arte, historia de la arquitectura, y hacer una lista de lo que nos hubiera gustado aprender y no aprendimos. Consultamos con Patricia Pernía, con Silvia Presio, con Mercedes Alfonsín, que ella sí había estudiado en Estados Unidos. Fuimos armando un programa dentro de las normas de las otras carreras.
RP: ¿Por qué decidiste presentar tu propuesta en la ENERC?
MJ: Porque soy muy defensora de los lugares públicos y, después, porque acá se filma mucho y a mí me parecía que eso era muy importante. Se valorizó mucho una idea que tiene Rovito, y con la que yo coincido, que es que el cine es un trabajo en equipo. La idea es que haya, durante la formación, un año polivalente y que todos conozcan un poco de cada una de las especialidades.
RP: ¿Cómo fue la elección de los contenidos?
MJ: Un poco variada. En tres años y medio, que es el tiempo que dura la carrera, al igual que las otras carreras, uno sabe que no se forma un director de arte, sino que empieza el camino. Entonces, la idea fue buscar materias que desarrollaran la parte de diseño, materias conceptuales como Morfología, que es la materia que les permite investigar en la forma, y Diseño Escenográfico, que es la materia que les permite plantear y diseñar la imagen visual. Esas dos son materias troncales en la carrera, pero después hay materias que no son menos importantes: Medios Expresivos, Ambientación, que es una pata de Diseño Escenográfico pero que tiene normas específicas; Diseño de vestuario y Caracterización de personajes, que tiene un concepto de cómo trabaja el diseñador de vestuario en relación con la parte de Arte. También hay materias que tienen que ver con la escuela misma, como Historia del Cine, Estética, entre otras. Después nosotros inventamos una materia que se llama Historia del hábitat, la arquitectura y el arte, para dirigir el aprendizaje al diseño de todo lo que rodea a lo humano, todo lo que tiene que ver con lo que el hombre habita. También hay una materia de Música.
RP: ¿Cómo está estructurada la carrera?
MJ: El primer año es un polivalente que cursan los alumnos de todas las especialidades y donde hacen una cantidad enorme de pequeños cortos donde todos los alumnos cumplen todos los roles, lo que les permite tener un concepto de trabajo en equipo. Después tienen segundo y tercer año específicos a su carrera y medio año más, donde hacen la tesis.
RP: ¿En qué consiste el examen de ingreso?
MJ: El examen de ingreso tiene una primera parte que es múltiple choice, igual para todo el mundo. El segundo examen es más específico, con dibujos, con gamas de colores, con paleta, con ideas conceptuales, con alguna planta. El tercero, que es el más crítico, es un coloquio donde llegan alrededor de treinta y donde tenemos que elegir diez. Y es una cosa muy difícil.
RP: En general, ¿cuántos aspiran al inicio?
MJ: Se anotan entre 180 y 200, para Arte. Después se les da un material para que lean y ya para el primer examen disminuye el número de aspirantes. El proceso de elección es correcto, porque no conocemos a nadie, no hay lugar para ninguna cosa extraña y hay dos rondas de profesores. Yo llego a la parte del coloquio. Me interesa también decir que hacemos muchas reuniones con los profesores y vamos cambiando cosas. Estamos tratando de trabajar con guiones argentinos, con material histórico del Río de la Plata, buscando contenidos que se relacionen con el tipo de producción que se hace acá.
RP: Dado que la práctica profesional de la Dirección de Arte es una tarea muy condicionada por la interrelación con otras áreas, ¿tienen en cuenta la interrelación en la formación?
MJ: Sí. Hemos tratado internamente de realizar trabajos en común entre diferentes materias, por ejemplo, entre Diseño Escenográfico y Diseño y Caracterización de personaje, o entre Diseño Escenográfico y Ambientación. Estamos terminando la primera promoción y eso amerita que vamos a hacer reuniones para ver qué cosas funcionaron. Todos los años tenemos que hacer algún recorte porque a veces las prácticas son excesivas. Es muy nuevo.
RP: En cuanto a la relación del Director de Arte con lo constructivo, por ejemplo, con el carpintero, el herrero, el detalle de la materialidad, ¿cómo se aborda esa temática desde la práctica?
MJ: En realidad, como está encarada la escuela hoy, es una Tecnicatura. Los alumnos piensan una idea y después la tienen que bajar a la realidad. También tenemos una materia que se llama Realización Escenográfica, que es cuatrimestral en el segundo y el tercer año. Trabajan texturas, volúmenes, desgastes, objetos. Tenemos otra materia en el segundo año que es Fotografía Expresiva. Y en el tercero, Técnicas de Postproducción, no para que los alumnos conozcan todas las técnicas específicas, pero sí para que sepan cuánto pueden hacer hoy con la herramienta de lo informático y tengan una perspectiva de las nuevas tecnologías. En Medios Expresivos aprenden a bocetar, a dibujar, a hacer maquetas, a ver los espacios, a fotografiar. Estamos muy pendientes de la bajada a la realidad. También tenemos una materia que es Producción de Arte, donde aprenden a hacer presupuestos, recorren las utilerías, van a los estudios de realización a ver cuánto cuesta cada cosa, cómo se hace un desglose profundo. Apunta a la realización misma. Por ejemplo este año, la materia Realización Escenográfica la dan Adriana Maestri y Luis Risso, carpintero. Los mismos alumnos armaron un decorado, la cocina del guión de ¨Camila¨, de María Luisa Bemberg. Hay directores de arte a quienes les atrae más la calidad manual y hay otros que no. No es que sea imprescindible, pero es importante que pasen por la experiencia de montar y ver bien cómo se arman los paneles, cómo se aprovecha la medida, cómo se unen, cómo se hace una pared móvil, cómo se ambienta y explorar la textura y la luz.
Yo creo que esta es una carrera a partir de la cual los egresados pueden empezar a trabajar como asistentes, quiero decir, es un inicio. Pero llegan con una formación plástica y acá tienen que ver la realidad.
RP: ¿Cómo es la vinculación con el afuera? ¿Hay algún tipo de conexión para iniciar la experiencia profesional?
MJ: Por ahora tenemos arreglos con SICA para que hagan meritorios. Es un trabajo fuerte el diseño y la implementación de la carrera.
RP: ¿Y hay alumnos extranjeros?
MJ: Acá en la escuela se admite un alumno extranjero por promoción. En cuanto a los profesionales invitados, el año pasado organizamos un encuentro con Dimitri Capuani, que hizo “El inventor de juegos” y dio una serie de charlas. Trajimos a Deborah Landis, que es la editora de los libros de arte y vestuario de Editorial Océano, y dio una conferencia y un seminario. Este año estuvo muy tapado por los 50 años de la Escuela, hubo mucho trabajo al respecto. El año que viene tenemos planeado invitar a algún maestro, o Production Designer, de Los Angeles, de la industria fuerte.
RP: En cuanto al espacio actual de la profesión, ¿qué carencias vendría a cubrir la Escuela?
MJ: Yo tengo mi impresión de que hay gente que trabaja en arte, que ha logrado formarse “picoteando”. En ese sentido, acá el alumno encara una estructura de formación. Yo logré hacer un intercambio con una universidad de diseño en Venecia, que se llama IED (Instituto Europeo di Design), que es de diseño industrial. Los alumnos estudian durante siete años diseño. Después me contaron de la escuela que fundó Einsestein, en donde la Carrera de Dirección de Arte dura seis años. Nosotros proponemos una de tres años. Sabemos que en seis años tienen más posibilidades de experimentar. Tenemos la idea de organizar posgrados. Se nos ocurrió con Beatriz Di Benedetto, que da la materia de Diseño de vestuario y Caracterización, hacer un posgrado de diseño específico. Estoy muy impresionada, porque se nos presentó la posibilidad de hacer una exposición fuera del país con los alumnos del último año y veo trabajos muy interesantes. Para mí es muy importante el trabajo en equipo y la práctica. Yo cuando comencé a trabajar cometía muchos errores, había estudiado arquitectura y escenografía, pero estar cerca de la cámara es otro mundo. El criterio de que lo que existe es lo que se ve a través de la cámara es algo que muchas veces uno termina aprendiendo sobre la marcha. En el cine, uno de pronto está trabajando con el director de fotografía, hay directores que hacen un story board o no, porque no les interesa, pero saben qué lente van a usar, saben qué va a ver la cámara, preparan para lo que se va a ver, lo piensan antes. Para mí eso es lo importante de nuestro trabajo y yo lo aprendí trabajando. En cambio, aquí ya en el polivalente aprenden de lentes, aprenden de cámara.
RP: Hay sedes regionales de la ENERC en NEA y en NOA ¿Cómo se desarrolla la Carrera de Dirección de Arte en estas sedes?
MJ: Si, este año se han abierto dos sedes en NEA y en NOA y está el proyecto de abrir dos sedes más en lugares en donde no hay acceso a este tipo de formación. La carrera dura dos años en estas sedes, son dos años de formación polivalente. En el primer año tienen un nivel de Dirección de Arte muy semejante al de Buenos Aires, pero un poco reducido porque son docentes que viajan. El segundo año es más específico y con más práctica. Pero es formación audiovisual, más general.
RP: ¿Querés agregar algo más que te parezca importante?
MJ: Me parece que lo importante de remarcar es que la carrera está dirigida a una formación más terrena, es decir, bajar ideas y talento a la realidad. La carrera tiene mucha práctica y es pública, y eso siempre es un valor. La Escuela tiene 50 años, pero la carrera de Dirección de Arte tiene sólo tres. Para mí es una gran alegría que exista porque vamos viendo resultados.