Eugenio Zanetti, de Director de Arte a Director

Amapola

por Graciela Fraguglia

Eugenio Zanetti, célebre Director de arte argentino, ganador de un Oscar por ¨Restauración¨ en 1995 y también nominado al mismo premio por ¨Más allá de los sueños¨, dirigió en Buenos Aires su Ópera Prima: Amapola.

Según sus palabras , Amapola es una película muy personal, una mezcla de comedia y viaje en el tiempo. Una fantasía sobre Argentina entre los años ‘60 y ‘80, con un poco de realismo mágico y algo de musical.
La historia es la de una familia de artistas que viven en una casona que han heredado de sus padres, el Gran Hotel Amapola, donde la vida está colmada de dicha, música, juventud y sensualidad. La protagonista (la estadounidense Camilla Belle) es una viajera en el tiempo que tiene el don de visualizar el futuro. Al ver con dolor el hotel rematado y la resultante oscuridad en la vida de esta familia, vuelve al día original del pasado para cambiar el futuro. La película trabaja sobre la posibilidad de modificar el destino.
El diseño de arte esta sustentado en la ópera, el teatro y la comedia musical, que es donde Zanetti sabe desenvolverse con profesionalismo y vuelo total .

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Él trabaja cada una de las escenas como si fueran obras de arte en sí mismas.

El despliegue visual es el motivador de Zanetti. La composición pictórica está presente en cada cuadro, en el diseño de cada escena, en la cuidada paleta de color, en el vestuario sea la época que sea. Los dorados aparecen en la época de dicha conviviendo con escenas de musicales de paleta muy colorida en especial en el diseño de vestuario. Le siguen colores fríos y oscuros que caracterizan al futuro sórdido que la protagonista intenta cambiar. En el encuentro de amor que sucede en el decorado de los espejos se respira el quattrocento italiano. El plano final de la escena donde los cuerpos de los amantes se unen es casi una pintura renacentista.

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Las escenografías son locaciones reales, exteriores del Tigre Hotel (ahora Museo del Tigre) y del Palacio Sans Souci con intervenciones de mucha fantasía.
Los interiores del Palacio Sans Souci y de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires son convertidos en los interiores del Gran Hotel, intervenidos desenfadadamente con realizaciones, utilería y luminarias de muy distintas épocas y estilos.

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Impresiones Sobre El Arte De La Película
Por Graciela Fragulia
Como Directora de Arte, traté de ser la mano derecha de Eugenio, organizar el departamento de arte y, con los elementos que contábamos, hacer posibles sus sueños, su película.
Su otra mano derecha (porque tiene varias) fue el ambientador Sebas Sabas, que lo comprende mas allá de lo que nosotros podamos.
Así que a pesar de que era imposible hacer semejante grandiosidad escénica con el presupuesto que contábamos, nos pusimos la camiseta y, con un equipo bastante reducido, lo logramos. Sumamente importante para la imagen final fue el aporte del director de fotografía suizo Ueli Steiger.
Nos asistió como dibujante Abelardo Zanetti, para plasmar en bocetos constructivos los decorados de la película. Tuvimos desde un principio una serie de disparadores de Eugenio. Y después una larga recorrida para encontrar ese hotel y dónde poner el árbol.
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Las locaciones adaptadas para crear el hotel de Amapola se localizaron en un principio en La Plata pero, por inconvenientes de costos e inundaciones, tuvimos que salir a buscar nuevas soluciones y unirlas entre ellas en un mismo lugar.
La Barca y el Árbol, fueron realmente su preocupación y conllevaron un gran compromiso de realización.
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Todo el equipo puso todo su esfuerzo para obtener los mejores resultados.
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